miércoles, 22 de noviembre de 2017

El último verso

¿Cuántas veces se convierte el no dormir 
en un acto de rebeldía inconsciente? 
Las palabras me desbordan 
y la conciencia me abraza.
No quiero dormir 
sin haber dejado salir todo lo que quiero decir.
No quiero absorber a la inconsciencia en gotas.
...
Si hubiera algo de Idea Vilariño en mí, 
solo el último verso bastaría para un poema.



 

Sobre esos días...

      Hay días en que enloquecer un poco nos está permitido.
      La vida se ensaña con nosotros y la venganza es salirse de los parámetros estipulados de nuestra conducta, sacar a relucir nuestro otro/otros Yo y hacer de cuenta que ese día nos tragaremos el mundo si el mundo insiste en tragarnos a nosotros.
      Todos tenemos ese Yo oculto para emergencias, el grito en la garganta que de otro modo no sale, el vestido que, en otra circunstancia, no me atrevería a usar. No hay conducta ridícula o inadecuada cuando es necesaria. Necesaria para poder volver a respirar, recuperarnos a nosotros mismos, mostrar que aún estamos vivos.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Confesiones de una lectora

      Veo con demasiada frecuencia a lectores que escriben sobre sus autores preferidos y
sobre sus libros preferidos. La mayoría de los retos que te proponen es sobre este tema y sus variantes. Es raro que alguno de los puntos se refiera a los autores y libros que NO te gustan por una razón muy sencilla: el libro o autor que no me gusta a mí le apasiona a otra persona y no queremos herir susceptibilidades ni provocar el disgusto abierto de algún lector fanático. Pero confesar nuestras debilidades en materia de lecturas, aunque un poco vergonzoso, puede resultar catártico y servir para unirnos también además de afianzar una importante verdad de nuestra vida: no somos todos iguales, ni en las lecturas.
      Entonces, ¿se animan a hacer este ejercicio conmigo?


Un autor que has leído pero que no te gusta. (Y es que para decir que no te gusta un autor es como decir que no te gusta una comida: hay que probarla primero.)

Dan Brown (detesté El código Da Vinci), Isabel Allende (aunque leí La casa de los espíritus comencé otros libros escrito por ella que no pude concluir) y, el que más vergüenza me da confesar porque le gusta a todo el mundo..., Gabriel García Márquez.

Un libro popular que a ti no te gustó.

La cabaña de William Paul Young (la película reciente lo trajo de nuevo a relucir) y La chica del tren de Paula Hawkins (detesté la forma como la protagonista se deja usar por todos los hombres, su papel de víctima propiciatoria).

Un libro que te avergüenza confesar que no leíste.

El diario de Anna Frank... No tengo ninguna excusa.

Un autor que no piensas leer ni si te regalan el libro (así que no lo hagan).

Jojo Mojes y John Green. El drama romántico para jóvenes me da escalofríos.

Un clásico amado por todos menos por ti. 

Cien años de soledad de Gabriel García Márquez (me aburre a morir) y... El Principito, libro amado por todos y el preferido de muchos, a mí me dejó indiferente la primera vez que lo leí. Con el tiempo, sin embargo, ha llegado a gustarme un poco más.

El género o subgénero literario que, por lo general, evitas.

Como sobre este tema escribo con bastante frecuencia, puede que ya conozcan mi respuesta. Evito leer autoayuda y drama. 


      Por último, dejo la invitación aquí y en mi cuenta en Instagram para quienes quieran sumarse al reto para conocernos mejor. ¿Quién sabe? Tal vez logre que se sientan identificados en más de un punto.
      Saludos.